La vida diaria está rodeada de una diversidad de sustancias químicas que permiten muchas de las comodidades en la vida moderna. A nivel mundial hasta junio de 2015, las sustancias químicas identificadas sumaban más de 100 millones (esto es, alrededor de 33 millones más que en julio de 2012; CAS, 2016; ver el recuadro Las sustancias químicas en números en el Informe 2012 (Semarnat, 2013), con propósitos tan diversos como servir de base para la fabricación de nuevos materiales, medicamentos, plaguicidas, o bien como intermediarios de múltiples procesos industriales. Aunque de muchas de ellas se sabe que resultan inertes o inocuas para el ser humano o el ambiente, de una alta proporción aún se desconoce si tienen efectos adversos y de otros se reconoce que pueden resultar particularmente peligrosos cuando se vierten al ambiente accidentalmente o su manejo no se realiza conforme a ciertos protocolos.
El crecimiento acelerado de la actividad industrial en muchos países, el mal manejo de muchas sustancias químicas y la disposición inadecuada de residuos tóxicos, ha incrementado la exposición de la población y los ecosistemas naturales a sustancias potencialmente tóxicas. En 2012 se calculaba que en tan sólo 49 países clasificados como de ingreso bajo y medio, alrededor de 125 millones de personas estaban expuestos a la contaminación por residuos tóxicos (Blacksmith Institute y Green Cross, 2012).
En México, los llamados residuos peligrosos (RP), se definen como aquellos que poseen al menos una de las llamadas características CRETIB, es decir, pueden ser: corrosivos (C), reactivos (R), explosivos (E), tóxicos (T), inflamables (I) y biológico-infecciosos (B). También se consideran peligrosos los envases, recipientes, embalajes y suelos que hayan contenido o sido contaminados con RP, según lo establece la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (DOF, 2003). La Norma Oficial Mexicana NOM-052-SEMARNAT-2005 (DOF, 2006) establece el procedimiento de identificación, las características y la clasificación de los residuos peligrosos.
GENERACIÓN
En la Tabla 7.1 se muestra el volumen acumulado de RP generados en el país durante el periodo 2004-2014 y el número de empresas que los generaban. Tanto el volumen como el número de empresas se obtienen a partir de los registros y la información que brindan las empresas inscritas en el Padrón de Generadores de Residuos Peligrosos (PGRP) a la Semarnat. De acuerdo al PGRP, entre 2004 y 2014 las 93 355 empresas inscritas generaron 2.19 millones de toneladas. Es importante tomar en cuenta que esta cifra no corresponde al volumen total de RP generados en el país en ese periodo, debido básicamente a que dicho padrón no incluye a la totalidad de las empresas que los producen en el territorio (Cuadro D3_RESIDUOP01_01).
Una parte importante de la generación de RP se concentra en las zonas industriales del país. Del total de empresas, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) concentró 14 559 (15.6% del total), los otros cuatro estados que le siguen en número de empresas son Jalisco (9 079, 9.7%), Baja California (5 858, 6.3%), estado de México (5 120, 5.5%) y Michoacán (4 696, 5%). Estas entidades produjeron 756 310 toneladas de residuos, lo que representa el 34.5% de los RP generados en dicho periodo. Las entidades con un menor número de empresas generadoras fueron Quintana Roo (949, 1.02% del total de empresas), Zacatecas (931, 1%), Nayarit (807, 0.86%) y Tlaxcala (614 empresas, 0.66%; Mapa 7.6; Cuadro D3_RESIDUOP01_01).
De acuerdo al volumen de RP que generan, las empresas se clasifican en micro, pequeños y grandes generadores7. Entre 2004 y 2014, 53 523 empresas se clasificaron como microgeneradores (57.3% del total de empresas; 12 600 toneladas generadas y 0.6% de la generación nacional de RP); 33 130 empresas fueron pequeños generadores (35.5% de las empresas; 94 379 t generadas y 4.3% del total); y 6 702 empresas fueron grandes generadores (7.2% de las empresas; 2.08 millones de t generadas y 95.1% del total; Figura 7.14; Cuadro D3_RESIDUOP01_01).
En cuanto a la distribución geográfica de los distintos tipos de generadores, el mayor porcentaje de los micro y pequeños generadores de RP se encontraron en la ZMVM (15.4%, es decir, 13 317 empresas), Jalisco (10.1%, 8 759) y Baja California (6.4%, 5 541 empresas). En el caso de los grandes generadores, las empresas se concentraron en la ZMVM (1 242 empresas, 18.5%) y en los estados de Chihuahua (784 empresas, 11.7%) y Nuevo León (726 empresas; 10.8%; Mapa 7.6).
Respecto al tipo de industrias generadoras, en el periodo 2004-2014, las que contribuyeron con un mayor volumen de RP fueron la industria química (211 886 t, 15.7% del total generado), la automotriz (195 101 t; 14.4%), la metalúrgica (190 229 t; 14.1%) y la de petróleo y petroquímica (138 957 t; 10.3% del total producido; Figura 7.15; Cuadro D3_RESIDUOP01_22).
Si se observa la generación de RP por entidad federativa en el período 2004-2014, la ZMVM fue la mayor productora con 598 343 toneladas (27.3% del volumen total del país); le siguieron Chihuahua con 347 287 toneladas (15.8%), Campeche con 213 406 (9.7%), Tamaulipas con 157 436 (7.2%) y Tabasco con 140 199 toneladas (6.4%; Mapa 7.7; Cuadro D3_RESIDUOP01_01). Por otro lado, las cinco entidades que reportaron menores volúmenes de RP generados fueron Oaxaca (2 787; 0.13%), Tlaxcala (2 443; 0.11%), Chiapas (2 425; 0.11%), Nayarit (2 125; 0.1%) y Baja California Sur (1 746; 0.08%); en su conjunto, estas últimas entidades arrojan una suma porcentual del 0.53% del total nacional (Mapa 7.7).
En el período 2004-2014 los volúmenes de RP generados en mayor cantidad correspondieron a los residuos sólidos (968 067 t, 44.1% del total generado), que incluyen a los residuos de mantenimiento automotriz, asbesto, telas, pieles, metales pesados, tortas de filtrado y otros sólidos. El siguiente tipo de residuo con mayor generación fueron los aceites gastados (460 277 t; 21%), los lodos (175 488 t; 8%) y los biológico-infecciosos (150 076 t; 6.8%). Los RP que menos se generaron fueron las breas (580 t, 0.03% del total generado), las sustancias corrosivas (21 623 t; 1%) y los solventes (69 741 t; 3.2%; Figura 7.16; Cuadro D3_RESIDUOP01_20).
Dentro de los distintos tipos de RP, los biológico-infecciosos (RP-BI) tienen gran importancia por los posibles riesgos que representan cuando su manejo resulta inadecuado. Incluyen a los que se producen en instalaciones que brindan servicios de atención a la salud y actividades relacionadas, y están compuestos por residuos anatómicos, cultivos y cepas de microorganismos, objetos punzocortantes, muestras patológicas y sangre. En el periodo 2004-2014, su volumen de generación fue de 150 076 toneladas, lo que representó el 6.8% del total de los RP generados a nivel nacional.
El mayor volumen de este tipo de residuos que se genera en el país correspondió entre 2004 y 2014 a residuos anatómicos (57.2%), el 20.3% fueron residuos patológicos, el 15.2% objetos punzocortantes, el 3.9% sangre y 3.3% fueron cultivos y cepas (Cuadro D3_RESIDUOP01_20).
Si se analiza la generación de este tipo de residuos por entidad federativa, cinco de ellas concentraron poco más del 87% del total nacional: la ZMVM (70 492 t; 47% del total), Tamaulipas (32 994 t; 22%), Guanajuato (13 405 t; 8.9%), Nuevo León (7 022 t; 4.7%) y Chihuahua (6 955 t; 4.6%; Mapa 7.8; Cuadro D3_RESIDUOP01_20).
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