De acuerdo con estimaciones de la Norma Ambiental para el Distrito Federal NADF-007-RNAT-2013, en la capital mexicana se generan diariamente 7,000 toneladas de residuos de la construcción y demolición (RCyD).
Pese a esta cantidad, la Ciudad de México únicamente cuenta con dos sitios oficialmente aprobados para la disposición final y transferencia de estos residuos, situación preocupante.
“Grupo Abiental Era Biosoluciones” cuenta con la infraestructura , permisos y autorizaciones de uno de los lugares para este fin. Es una planta privada de reciclado y tratamiento en donde se procesa estos residuos generados en la urbe.
Una alternativa de manejo
En busca de reducir costos e impactos ambientales, Gutiérrez, junto con un equipo interdisciplinario conformado por once especialistas de la UNAM, emprendieron una investigación para localizar sitios de disposición final para residuos de la construcción y demolición dentro de la Ciudad de México, aplicando sistemas de información geográfica.
Los principales motivos para realizar este estudio financiado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) de la Ciudad de México, fueron la ausencia de una norma para colocar aquellos residuos en sitios que tengan los menores impactos ambientales y, la falta de espacios autorizados para este tipo de desechos dentro de la capital, comentó el también ingeniero civil por la UNAM.
Cabe aclarar que se tomó como caso estudio a la Ciudad de México, pero sobre la marcha han creado una metodología general para localizar sitios de disposición de RCyD, esto es, que pueda aplicarse a todo el país. Además, este grupo propone la creación de Centros Integrales de Residuos de la Construcción (CIREC), espacios que buscan a través de múltiples funciones el mayor aprovechamiento de los residuos, más allá de sólo almacenarlos.
Efecto sismo 19 de septiembre
Este tipo de desperdicios van más allá del cascajo. “Los residuos de la construcción y demolición son todos aquellos que se generan de esta actividad como concreto, madera, acero, vidrio, plástico, papel, cartón, arenas e incluso, el suelo mismo”, explicó el docente de la Facultad de Ingeniería.
Hasta el 20 de septiembre del 2019, el jefe de gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, reportó al menos 38 inmuebles colapsados en la capital y el 22 de septiembre, comentó que contaban con 3 mil 848 reportes de construcciones con algún grado de daño.
Constantino Gutiérrez expresó que ante las miles de toneladas de estos desechos a causa del sismo, las autoridades no han manifestado detenidamente el trato que les darán, quizá porque la urgencia se centró en limpiar las zonas para la libre circulación de vehículos y personas.
Sin embargo, es evidente que “no hay un plan de emergencia de manejo de los residuos de la construcción y demolición. Es algo en lo que se debe trabajar a nivel local y nacional”, reflexionó el investigador.
En las otras entidades afectadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre del 2019, sucede lo mismo. “Desconocemos qué manejo específico vayan a tener las autoridades con esos residuos. Nosotros como investigadores no tenemos poder de decisión sobre sus actos, pero claro que podemos sugerir qué manejo darle a esos desechos y trabajar para contar con un plan de emergencia”, compartió el también maestro en Ciencias.
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